Escape para cambiar

La tentacion había gando al final, nadie le reconoceria en ese lugar, estaba todo oscuro y las luces y la bebida confundian a los ocupantes.
Por esa noche había cambiado a su fisico original, siendo un joven alto de 24 años aparentemente, cabello negro cual carbon a la altura de los tobillos, amarrado en una coleta baja y el fleco largo y desordenado.
Llebaba sus ropas de antes, negras y algo ajustadas, llenas de cierres y cinturones.
Estaba apoyado en un rincon, recargado en la pared con los brazos cruzados, debía pasar lo mas desapercibido posible, no había ido a divertirse solo a relajarse un rato con aquel fisico al que siempre deseaba regrezar...auqnue no le molestaba realmente la idea de deivertirse un rato.

Miraba desinteresado los rostros de los jovenes que entraban y salían, algo distraído o mas bien para distraerse hasta que su vista se topo con un rostro algo familiar.
<<hmmm....me suena, me suena...¿donde e visto a ese chico antes?>>
Se pregunto mientras le obserbaba caminar hasta la barra, llegandole la respuesta cuando vio como el menor apseaba su vista por el lugar, posandose al parecer, unos instantes en el.
<<Ya lo tengo! es el chico de la biblioteca...Joseph creo que asi se llamaba>>
Penso tronando los dedos al recordar, osberbandole detenidamente sin moverse de su lugar. Era una situacion divertida para el, se lo había dopado por segunda vez pero ahora con su figura original.

Su vista se mantenía sobre el menor de manera discreta.
Sus labios formaron una suabe sonrisa cuando se decidio a actuar finalmente. Se aparto de la pared donde estaba, caminando tranquilamente en direccion a la barra donde estaba el chico, sentandose a unos cuantos asientos de distancia para pedir algo de beber.
Se hacia el distraido mientras esperaba su bebida, pero seguia obserbando al otro. No había que perder, seria divertido hacercarsele con esa figura, al fin y al cabo no creía que pudiera descubrirlo, tanto su fisico como su voz eran distintos.

Pudo notar un poco el nerviosismo del peliplata cuando se le hacerco, ya se le hacía muy facil identificar esas cosas despues de años de haber sido un experto conquistador, al menos hace 300 años lo había sido.
Tomo su bebida de un solo trago, pidiendo esta vez dos tragos. Estudiaba el comportamiento del menor para ver como hacercarsele mejor, aun no empezaba y ya se estaba divirtiendo como no había podido esos ultimos años. En cuanto llegaron las dos bebidas le susurro algo al cantinero, quien tomo una de las bebidas y se la llevo al chico que estaba a unos pocos hacientos, entregandosela.
Cantinero: tome, el suejto de haya se lo invita.-
Murmuro entregandole el baso mientras señalaba con la cabeza al pelinegro, quien solo giro apenas al rostro apra sonreír amable al chico antes de seguir viendo al frente como si nada hubiera susedido.

-no hay de que.-
Respondio sonriendo amablemente volteando a verlo mientras apoyaba su rostro sobre su mano y su codo en la barra, mirando de reojo al menor.
-no pude evitar invitarle algo a tan lindo chico.-
Comento tranquilamente dando otro trago a su bebida.
Parecia estar calmado, relajado y tranquilo, pero interiormente estaba emocionado, la espera de vovler a estos "juegos" le encantaba, le coqueteo, ver los nervios y reacciones de los chicos le encantaba aunque al final no llegara a nada.

-no hay de que.-
Respondio dando otro trago a su bebida.
Sus ojos recorrian discretamente al menor, paseandose por su cuerpo, algo que no había podido hacer antes en la biblioteca.
-encantado de conocerte Joseph.-
Contesto al oir que se presentaba. Guardo unos minutos silencio, pensando si responder con su nombre o sacarse uno de la manga.
-yo soy Fausto, encantad de onocerte.-
Se presento tomando su mano delicadamente para depositar un beso en el dorso de esta. No tenía nada que perder diciendo su nombre real, seguramente habían muchos faustos rondando por el mundo aparte de el.