El día era agradable, el sol estaba presente pero no era demasiado fuerte, era un poco más del medio día o eso parecía, según el sol. Entrecerrando los ojos, caminaba algo molesto, el sol le impedía ver bien. Sus orbes rojas pronto observaron la situación perfecta, bajo la sombra de un gran árbol.
Se acercó a paso apresurado hasta lograr estar en el reposo de la complaciente sombra, cuya forma cambiaba de acuerdo al viento, que soplaba con cierta fuerza, haciendo estragos en los cabellos de Lión, obligándole a cerrar un ojo por la fuerza de este.
- Vaya, si no te conociera diría que estas molesto-
Murmuró suavemente al notar como soplaba, creando ondas en las ramas del árbol como si tratara de tumbarlas de este. Se acercó a paso lento al tronco, recostando su espalda contra este, suspirando aliviado, cerrando los ojos y apoyando su cabeza en el recio tronco del árbol.
Pronto los deseos pudieron con él, dejándose caer por este, hasta estar sentando en el suelo, con su espalda contra el árbol, abriendo los ojos lentamente para observar el horizonte, mientras comenzaba a divagar entre sus recuerdos, que aunque siendo parte de su vida no eran nada agradables, pues en su rostro se denotaba cierto disgusto.