En completa soledad

Se tomo su tiempo para responder a la pregunto, sonrio con algo de complicidad
- Mas que tu sangre??... si... ese seria solo un placer muy corto... sin embargo - susurro, rozando sus labios contra los de el en un murmurllo muy tenue - prefiero pensar que podre tenerte por toda la eternidad... es una idea que me atrae mucho mas
Le miro divertido al escucharle, algo apenado por saber que podia leer sus pensamientos cual libro abierto. Volteo a mirar al botecito y la rama se acerco con el mismo lo suficiente para que le pudiese tomar antes de que desapareciera.
- Esto? - sacudio un poco el envase mientras miraba lujuriosamente el cuerpo de Akito, con los colmillos le abrio y dejo caer un poco del caramelo en su cuello, lamiendole - Es que quiero comerte entero, pero te quiero aun mas dulce...
Fue derramando el espeso liquido en finos hilos que esparcio por sus pezones, su vientre, muslos y miembro; devoraba y lamia su cuerpo entero.

Le miro con curiosidad, sonriendo al escuchar su respuesta
-tienes razon...toda la eternidad...
Miro el recipiente, ¿que seria eso?...caramelo, el aroma era delicioso, mas que eso. Un escalofrio recorrio su cuerpo entero al sentir el liquido en su cuello y aun mas cuando sintio como lamia el dulce
-¿mas dulce?
Cuestiono intrigado, suspirando al sentir aquel dulce y espeso liquido contra su cuerpo. Entrelazando sus dedos en el cabello oscuro de Kei.
-vaya idea...

Con una risa entre dientes, limpio de todo dulce los rosados pezones del menor mientras movia en circulos los dedos en su interior. La palabra adorable resono en su cabeza cuando su lengua llego a su entrepierna, lamiendo lentamente con una mirada de total lujuria.
- Akito.... - una tierna sonrisa domino sus facciones cuando sintio las manos del menor en su cabeza, su lengua subio a todo lo largo del miembro antes de chupar y larme la punta hasta eliminar todo el caramelo. Saco aun cuidadoso los dedos de su calido interior y se aproximo a los suaves labios del menor, en un apasionado beso mientras abria un poco mas las piernas de Akito y colocaba la punta de su propio miembro justo enfrente de su entrada.

Kei lo hacia estremcer, suspirar...¿como lo hacia?; su espalda se arqueo al sentir sus labios limpiando todo rastro del dulce. Sonrio, "adorable" ¿realmente lo era?, otro suspiro de sus labios junto a un escalofrio, le miro con reproche hasta sentir sus labios sobre los suyos, respondiendo el beso, dejandose llevar por aquella calida cavidad, acariciando la lengua ajena con la propia. ¿por querer o sin querer?, sus piernas se abrieron, lo queria...lo amaba y ¿por que no?, lo deseaba

Mmm... aunque creo que adorable le queda chico... penso con algo de diversion, tomando una de sus manos y entrelazando sus dedos en un gesto tierno;
seria cuidadoso... almenos al principio. Aun deleitandose con el sabor de la boca del menor, empezo a entrar poco a poco. Suerte que tenia la boca ocupada, pues unos deseosos gemidos peleaban por escaparsele al entrar en ese estrecho y calido tunel.
Apreto un poco mas la mano con la que le tenia tomado, trataba de reprimir las ganas de entrar de golpe ahora que iba a la mitad para no lastimarle mientras un debil gemido se ahogaba en medio del beso; mordiendo suavemente los labios de Akito y pidiendo un perdon mental presiono con fuerza sus caderas contra las de el para entrar por completo con subita rapidez.

Siempre era como la primera vez, un vampiro sana con más rapidez que cualquier otra especie...Cierto, no era la primera vez que tenía relaciones, inclusive había tenido con su propio hermano...
Pero esto era totalmente ajeno a esa vida.
Kei, a diferencia de muchos, lo trataba bien lo quería… ¿Cómo negarse a alguien como Kei?
El dolor se expandió por su cuerpo con lentitud, De sus ojos ámbar, lagrimas de sangre corrieron perdiéndose en su cabello, aunque el dolor no se comparaba con el que había sufrido todos esos siglos…solo, esperando a aquel neófito…
No necesitaban el tan vital oxigeno, sin embargo se separo un poco, su respiración era entrecortada…acelerada
-aah, por favor…tan solo…no te muevas
¿Perdonarlo?, a Kei no tenía nada que perdonarle, nada…
Su mano pálida comenzó a jugar con algunos mechones de cabello azabache, esperando que su respiración comenzara a relajarse, sonriendo un poco….
Siempre era como la primera vez, y esta…realmente era la primera…

Solo un ligero asentimiento se noto ante su peticion, acercandose a su rostro para lamer con ternura las lagrimas que se habian escapado de su rostro, estrechandole entre sus brazos con suavidad y esperando a que el dolor rebajase...
Su cuerpo seguia siendo puro, nadie habia entrado en el ni el en nadie en todo ese tiempo... Akito se estaba entregando a el y le corresponderia de la manera mas suave que pudiese, no sabia el dolor por el que el estaba pasando... y eso era lo que mas le preocupaba, el lastimarle sin saber.
Cerro el par de esmeraldas que tenia por ojos con un suspiro placentero, su cuerpo le reclamaba placer pero el se contenia solamente por el; deposito un pequeño beso en su frente mientras movia lentamente y en circulos sus caderas, leves suspiros se escapaban de sus labios al tiempo que se acerco al oido del peliazul.
- Akito... si te lastimo... dimelo - pidio en un susurro, repartiendo besos por todo el delgado cuello del vampiro antes de alejarse lo suficiente para sonreirle a ese par de ojos ambar.

Un sonrojo carmesi cubrio sus mejillas, cerrando sus ojos ambar. ¿preocupacion?¿por que se preocupaba?no era necesario...lo menos que queria era que se preocupara por él...eso estaba mal.
Sus ojos ambar se abrieron con lentitud, mientras que su mano que antes jugaba con los mechones de cabellos de Kei acariciaron su rostro, delineando los pomulos, los ojos...sus labios.
Sonrio ante el beso, suspirando al oido del ojiverde.
¿lastimarlo?todos menos él
-aah...no creo...que tu me...puedas lastimar...
Suspirando nuevamente al sentir sus labios repartiendo besos por todo su cuello, sonriendole como si nada, sosteniendo su mirada color esmeralda

Su mirada se volvio dulce, retiraba con sus dedos un par de mechones azules del rostro del menor con una muy pequeña sonrisa antes de pasar el pulgar por sus mejillas sonrojadas.
- Si puedo... - murmuró, juntando sus frentes aun con esa sonrisa en el rostro, deposito un rapido beso en la punta de la nariz de Akito mientras juntaba aun mas sus cuerpos - Pero no quiero hacerlo...
Una de sus palidas manos habia bajado por el pecho del menor hasta la estrecha cintura del mismo, sujetandole mientras que la otra se posaba delicadamente en la nuca de Akito; junto sus labios nuevamente, mordiendo tentadoramente su labio inferior y dehaciendose practicamente en pedazos al saborear el dulce y calido aliento del menor; a pesar de que sabia lo que pasaba por la cabeza del ojiambar empezo a salir y entrar profundamente con cuidado pero de un modo tortuosamente placentero, esperando entre gemidos ahogados por el beso la señal del otro de que ya se hubiese acostumbrado a la intrusion.
Como no amarlo?? Como preocuparse si llegaba a lastimarle?? Lo habia esperado completamente solo por años, siglos... y al fin habia encontrado a quien amar, a su tierno vampiro, a su Akito.

La caricia logro hacerlo reír, entrecerrando los ojos, ladeando la cabeza. Estaba demasiado cerca, haciendo que su aliento le hiciera marearse un poco, demasiado perfecto.
No le gusto el comentario.
-cuerpo versus mente…
Frunció el entrecejo; otra risa se escapo de sus labios al sentir sus manos recorrer su pecho tomándolo de la cintura, respondiendo el beso, sintiendo sus diente morder su labio.
Un gemido escapo de sus labios, aferrándose a Kei; tortuoso, lento…placentero.
Una ligera sonrisa recorrió sus labios. Comentando en un murmullo
-no necesitas preocuparte…preocúpate por ti…hazlo por mí…
Años, siglos…milenios. Esperando a aquel neófito, recorriendo el mundo buscando a alguien como él…y se lo encontraba una noche, en una calle…lugares por los que había pasado mucho tiempo…que pequeño era ese mundo, pero más pequeño seria si no existiera Kei…

- He aprendido a controlar mi cuerpo... - musito entrecortadamente, sujetandole con mas fuerza mientras un debil gemido escapaba de sus labios pero esbozando una leve sonrisa al oirle - Akito... no quiero ser brusco contigo, no quiero lastimarte... de ninguna manera...
Lo dicho habia sido apenas un susurro apagado mientras detenia su cuerpo unos instantes, levanto su mirada esmeralda sonriendo, se encontraba bien... a pesar de lo que deseaba su cuerpo sus deseos predominaban, el primero no era la lujuria, sino la seguridad del menor.
Siguio besando su cuello, mordiendo con delicadeza su cuello y dejandole unas pequeñas marcas a su paso hasta llegar a los pezones, que lamio y mordio hasta que se pusieran duros, una de sus manos se habia cerrado sobre el miembro del menor con una mirada traviesa mientras que entraba y salia mas rapidamente que antes, gimiendo con la respiracion agitada....

-confio en ti plenamente, no creo que me hagas daño
Le sonrio ante su mirada, emitiendo gemidos de gozo al sentir sus labios en su cuello.
Su cuerpo se arqueaba se agitaba, mientras su respiracion era acelerada, por mas que no necesitara el oxigeno, sus pulmones lo pedian.
Sus piernas delgadas, delicadas rodearon la cintura de Kei, aferrandose a él.
Sus ojos negros como el carbon se abrieron, mirandolo, antes de que sus incisivos (colmillos) penetraran en la piel palida del hombro del neonato; bebiendo su sangre deleitandose con esta. Otro gemido escapo
-ah...eres delicioso Kei...mmm
Lamio la herida para que se cerrara, mientras su lengua recorria el cuello del neofito hasta acariciar sus labios con esta

Su lengua salio al encuentro con la del ojiambar, acariciando los labios del mismo.

- Tu... ahh... tambien lo... mmmaahhh... eres... - unos aros oscuros se habian formado alrededor de su pupila; con fuerza, clavo uno de sus colmillos en su propia lengua y labio antes de lanzarse a besarle con desenfreno, ahogando como podia los gemidos.

Con delicadeza, se deshizo del agarre de sus piernas y en lugar de dejarles a un lado las coloco sobre sus hombros; aun con sus labios sellados sobre los de Akito, se permitio aumentar el ritmo, rozando con la punta de su miembro el sensible y calido final de ese tunel tan estrecho cada ves con mas frecuencia entre gemidos y jadeos.

Al final de todo eso iba a necesitar que le llevasen con un psiquiatra... el cuerpo de ese peliazul era simplemente exquisito, sus mejillas sonrosadas, sus ojos brillantes, esos dulces gemidos que escapaban de entre sus labios pintados de carmin por su sangre... y esa expresion tan adorable en su rostro, de placer puro... terminaria enloqueciendo.

Un delicioso escalofrio recorrio su cuerpo. ¡Que hermosos ojos!
¡Que delicia! La lengua de Kei era como una serpiente y su sangre, como si nunca hubiera existido alguna otra.
Al sentir el movimiento de sus piernas no hizo por mas que gemir un gemido entre dolor y puro placer, separandose del beso.
-!Ah¡
Dios debia estar loco por prohibir ese placer, era injusto que solo los demonios disfrutaran aquello...¡El se volveria loco!
Volvio a besar al neonato, jugando con la lengua ajena, entre gemidos aferrandose al cuerpo ajeno separandose muy poco antes de volver a besarlo
-mmaaaas ah...mmm
Se movia con desenfreno, el placer lo cegaba por completo, no veia nada...en su mundo solo existia Kei.

Cerro fuertemente sus ojos por unos segundos, dejando ir un fuerte gemido, preguntandose si aquello era un sueño o en realidad le tenia ahi... pero su peticion le hizo regresar a la realidad, hacerle comprender que si... que el era su vampiro, su dulce angel, su Akito...

Bajo su boca por el pecho del menor, mordiendo delicadamente ese par de botones rosados y recorriendo con su lengua cada parte inexplorada de ese cuerpo tan maravilloso, cumpliendo a su peticion, volviendo las estocadas cada ves mas profundas, duras, rapidas... salio repentinamente de el por completo, sin darle aviso siquiera cuando le tomo en brazos y le puso a gatas sobre la cama, cogiendolo nuevamente de las caderas con ambas manos y entrando en el bruscamente.

- Ahh... Aki... Akito aahhh... - deslizo sus labios y lengua por la espalda del peliazul, sin dejar de gemir y con los labios temblorosos. Como era posible que dijeran que aquello era un pecado??

El movimiento del neonato lo tomo desprevenido, no se lo esperaba.
-ah...hummm ah
El placer cegaba todos sus sentidos, sin embargo estar en estado vampirico lograba inclusive disfrutar mas, Agito se lo habia dicho una vez y si era cierto, estando en estado vampirico disfrutabas mas.
Sus manos delicadas y pequeñas se aferraban a las sabanas que estaban bajo su cuerpo, un ligero sudor recorria su menudo cuerpo; sus nalgas frotandose contra la pelvis ajena...!vaya locura¡
¿como eso era pecado, si era pecado por que Cristo lo habia creado? era otra ironia de la vida
-aah Kei...hmmm ah te amo...
Diversos escalofrios de placer recorrian su pequeño cuerpo y amaba la sensacion.

- Ahh... y-yo tambien amm... t-te amo... - susurro contra sus caderas, mordiendo estas suavemente y recorriendo con su lengua toda su columna.

El placer que le inundaba, toda esa exitacion... habia sido demasiado para su resistencia; ahora sus ojos eran tan oscuros como los de su ahora pareja mientras que sus embestidas se volvian cada vez mas freneticas, llegando hasta lo mas profundo de ese amado cuerpo. Semi recosto su cuerpo sobre el ajeno, enterrando con la mas delicadeza posible sus colmillos en aquel cuello tierno y suave y posando sus manos sobre las de su amado en un apreton cariñoso.
La dulce sangre de Akito provoco que su mente diese vueltas aun mas rapido que antes, en esos instante ahora solo pensaba en seguir escuchando sus hermosos gemidos, musica para sus oidos; su mano derecha ya se habia aferrado a su miembro, masturbandole tan rapido como esos escalofrios placenteros le permitian.

- A-Akito... AHHHH!!! - sin poder decir nada mas, se estremecio bruscamente y no pudo retener aquel gemido que desgarro su garganta mientras se aferraba como podia a ese cuerpo tan amado, viniendose en buena cantidad dentro de ese calido tunel.

! Que delicia ¡ahora que una pequeñísima parte de su cerebro lo ponía en evidencia, su cuerpo y mente se habían quedado atascados en los 16, por más que estudiara, el siempre seguiría siendo un niño, y por supuesto el vigor de su juventud era la que confundía el placer con el dolor de hace un rato, ¿sadomasoquista? probablemente lo era
Un aguijonazo penetro en el pecho, volviendo hacer latir su corazón sin vida, pocas veces sentía tal sensación.
-Ah...ah
Jadeaba, gemía, se retorcía bajo el cuerpo de Kei, sintiendo los escalofríos, gimiendo de puro placer.
Entonces se corrió en sus resbaladizos dedos en unos violentos y sublimes espasmos de placer.
-!!AAAHHH¡¡
Su respiración aun entrecortada, sus manos aun aferrándose a las sabanas, sus ojos aun negros como boca de lobo, y sus labios temblorosos susurraron...
-mmm ah... te adoro...mmm

Jadeando aun y estremesiendose con brusquedad debido a los espamos, se quedo asi, sobre el ojiambarino por unos momentos, escuchando atentamente cada susurro, gemido o cualquier otro sonido que saliese de sus labios... una sonrisa tierna, cansada pero sin duda dulce, aparecio en su rostro ante aquel susurro.

- Yo tambien... Akito... - susurro con voz aterciopelada a su oido, con su rostro practicamente escondido en su cuello y aspirando su aroma... a pesar de todo, este era casi celestial, al menos para el - Ahora... eres mio... solo mio... te amo...

Rodeo por completo su cuerpo esbelto entre sus brazos, sin salir aun de su interior y recorriendo con dulces besos su espalda; sus piernas entrecruzadas con las ajenas, resbalaban de vez en cuando con un poco mas de facilidad que antes, su semilla, la esencia de ambos mezcladas lo provocaban... retomando la delicadeza del principio, salio por fin, volviendo a gemir en el proceso por lo sensible que en esos momentos se encontraban ahora.
Se dejo a caer perezosamente a su lado, clavando su mirada en las estrellas y lunas lejanas... tomando en brazos al exhausto joven, pateo como pudo las sabanas sucias mientras que un par de latigos verdes le alcanzaban otras limpias... antes de taparles a ambos, lamio casi con gula el semen de su amado que habia quedado en su mano antes de repetir el proceso por su miembro y entrepierna.

Un suspiro escapo de sus labios
-para toda la eternidad...
Otros escalofrios recorrieron su menudo cuerpo al sentir sus labios, y otro gemido al sentirlo salir de su cuerpo.
Se abrazo al neonato recargando su cabeza en el pecho ajeno, repartiendo besos delicados como petalos en este, antes de mirarlo
-¿en que piensas?
Inquirio tratando de relajar su respiracion, antes de reir por el cosquilleo de las sabanas. Se extraño ante la accion, antes de volver a suspirar

- En que pienso?... en que por fin la suerte me ha sonreido... y en que es la primera vez que me alegro de mi destino - musito con una sonrisa tierna, acariciando con su pulgar una de mas mejillas del menor.

Se recosto completamente, suspirando con cierto aire cansado mientras enterraba la cabeza entre las almohadas... aun abrazando al menor de la cintura con uno de sus brazos, coloco a este sobre su pecho para poder acariciarle con toda facilidad; llevo una de sus manos hasta los cabellos de su amado.

- Y tu Akito??... en que piensas?...

Le mire, sonriendole con cariño ante su respuesta, frotando su mejilla contra la mano ajena.
Se acomodo sobre su cuerpo, recargando el menton en su pecho, ronroneando al sentir su mano.
-pienso en muchas cosas, por ejemplo: me pregunto que dira mi hermano sobre esto, pienso en que para ser un lindo e inocente neonato
Rió ante la descripcion
-eres un autentco dios de los bosques Kei, en que si seguimos en esta habitacion moriremos calcinados por el astro rey, pero sobre todo esto, pienso en que ahora soy la persona mas feliz del universo entero ya que espero tenerte a mi lado toda la eternidad
Explico tranquilo sin dejar de sonreir, hasta que sus ojos fueron tornandose de un marron oscuro hasta llegar al ambar.
-y en que te amo mas que a nadie, te amo mas que una persona puede amar...

Penso en lo primero por unos instantes, no sabia mucho de Agito... pero... por lo que sabia posiblemente habria aunque sea algo de rivalidad entre ambos debido a que antes este era el unico en la vida de ese tan hermoso ser... lo 2do le hizo soltarse riendo de buena gana.

- Un lindo e inocente neonato? - inquirio, alzando una ceja un poco divertido, aunque su semblante se relajo un poco ante lo que siguio. Suspiro con una sonrisa serena - No te preocupes por el sol... este lugar solo se mantiene sin techo durante las noches amor...

En realidad, sabia bastante bien el efecto que los rayos solares provocaban en ellos... sin embargo, desde que habia sido convertido habia sabido soportar aunque sea un par de minutos a las primeras luces de la mañana; conforme el tiempo habia pasado se habia vuelto mas resistente, podia pasar como maximo una hora a luz, aunque si su piel estaba por completo desprotegida aparecian horas mas tarde unas terribles quemaduras. Era algo bastante extraño.

- ... - como respuesta, en su rostro se dibujo una hermosa y amorosa sonrisa antes de sellar sus labios con los propios, cerrando sus orbes ya nuevamente esmeraldas. Lo amaba, demasiado.

Fruncio el entrecejo al escuchar su mente, haciendo que su frente se poblara de arrugas; respondio serio
-Agito...para conocerlo y poder entenderlo deberias conocer toda la historia que hay bajo su cuerpo, una historia que nos concierne a ambos, Kei. por supuesto que habra competencia, Agito no es facil su caracter es explosivo, me quiere demasiado para dejarme ir asi como asi...lo que dicen sus labios nunca es lo mismo que su mente y menos su corazon
Se echo a reir con el, repartiendo besos por sus hombros
-sabes a que me refiero Kei
Enarco sus cejas, curioso
-¿de veras? que divertido...que suerte ser neonato, eres mas resistente a todo, mientras que si eres un anciano como yo, aunque no me hace el mismo efecto que a los demas, no es nada placentero esa sensacion
Hizo una mueca antes de volver a sonreirle; respondiendo el beso con delicadeza, en lo que sus manos jugaban nuevamente con el cabello negro de Kei
-yo te amo mas...estoy seguro de eso

Parpadeo un par de veces un tanto confundido al oirle hablar sobre Agito, recordo entonces su habilidad de leer la mente con una sonrisa divertida.

- Vale vale... ya veremos que sucedera cuando me encuentre con tu lindo hermanito... solo espero que no intente matarme antes - esboza una serena sonrisa despues de reir por lo bajo. Otra vez su rostro mostro extrañesa ante sus comentario y recordo lo que habia pensado antes sobre su... resistencia. No comento nada, se limito a regalarle una sonrisa un tanto apenada pero tranquila.

Cuando sintio sus delicadas manos entre sus cabellos clavo sus esmeraldas en sus ojos como la miel enternecido; aunque le dirijio una mala mirada al escucharle nuevamente hablar sin que el hubiese dicho nada antes. "Akito!! Deja de leer mi mente!!..." penso, bastante divertido. Una sonrisa maliciosa cruzo su rostro. "No me obliges a imaginarme ciertas escenas contigo de protagonista..."